Que complicada temporada que nos está tocando vivir. Seguramente, aunque ahora mismo no seamos capaces de verlo, saldremos reforzados de todo esto.
Emprender, que bonito nombre tienes. Y que complicaciones y satisfacciones traes contigo.
Nuestros inicios no fueron fáciles, y seguimos remando para conseguir tirar adelante con nuestro proyecto. Conocer nuevos productores y acercarlos a las grandes ciudades.
Aún tengo en la mente la apertura de la tienda, el primer pedido y la ilusión con la que lo preparé. Emprender es una montaña rusa de emociones, porque seguramente, si sigo haciendo memoria, también recuerdo cuando las cosas no salían como quería, cuando se me cerraba alguna puerta o cuando todas las respuestas eran NO.
El mundo digital es como meterse en un océano a nadar. Nos encontramos corrientes, aguas calmadas, animales dóciles y otros que es mejor no tocar. Si nadas manteniendo el ritmo, si coges aire y respiras bien, si todos los días sigues nadando un poquito, lo más probable es que más pronto de lo que piensas, llegas a tierra firme.
Y en esas estamos nosotros, brazada tras brazada, no dejando que nos cale el cansancio y recordando que el camino, el que ya tenemos recorrido, nos ha enseñado cosas que solo se aprenden caminando.
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